miércoles, 26 de enero de 2011

Una vez mas...Don Mario...

No es secreto para nadie la profunda admiración que siento por las letras de este maestro...cuanto sentí su "cambio de ropa" y el enorme agradecimiento por todo lo que nos dejó... Es tanto, que sería imposible elegir algún escrito por sobre los otros, pero ayer, paseando por allí, llegué a una casa amiga y encontré éste que hacia tiempo no leía...será que solo yo se por que...me llegó mas que otras veces...como suelo decir...él siempre lo dice mejor...

Si pueden, de paso, dense una vuelta por  ahi,   juro que vale el viaje...

http://oyendollover.blogspot.com/



Desde los afectos.              Mario Benedetti

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,
Que nadie establece normas salvo la vida,
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
Que la forma no se pierde con abrirnos,
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,
Que no está prohibido amar,
Que también se puede odiar,
Que el odio y el amor son afectos
Que la agresión porque sí hiere mucho,
Que las heridas se cierran,
Que las puertas no deben cerrarse,
Que la mayor puerta es el afecto,
Que los afectos nos definen,
Que definirse no es remar contra la corriente,
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
Que negar palabras implica abrir distancias,
Que encontrarse es muy hermoso,
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,
Que la vida parte del sexo,
Que el “por qué” de los niños tiene un porque,
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer,
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,
Que nadie quiere estar solo,
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar debimos recibir antes,
Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,
Que saber pedir no es regalarse,
Que regalarse es, en definitiva, no quererse,
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,
Que para que alguien “sea” hay que ayudarlo,
Que ayudar es poder alentar y apoyar,
Que adular no es ayudar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,
Que las cosas cara a cara son honestas,
Que nadie es honesto porque no roba,
Que el que roba no es ladrón por placer,
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
Que se puede estar muerto en vida,
Que se siente con el cuerpo y la mente,
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensible y no herirse,
Que herirse no es desangrarse,
Que para no ser heridos levantamos muros,
Que quien siembra muros no recoge nada,
Que casi todos somos albañiles de muros,
Que sería mejor construir puentes,
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,
Que volver no implica retroceder,
Que retroceder también puede ser avanzar,
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol,
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?




martes, 25 de enero de 2011

De otros mundos...Hoy, Silvio Rodriguez

Reconozco que, si bien me gusta mucho este señor, nacido en San Antonio de Los Baños, Cuba, un 29 de Noviembre...sagitariano como yo...nunca había escuchado esta canción. Y me maravilló, como siempre...
Cuando empecé a escucharla el cielo se venía abajo hecho lluvia...cuando terminó...levante la mirada y lo vi, bello, brillante, maravilloso Arco Iris...me fue imposible no recordar otro...Pero esta letra y esa visión, fueron muy fuertes para mi... 




Debo


Debo escuchar otra vez la guitarra del barrio
y recorrer mi ciudad para reconocerla
debo volverme a encantar como supe de niño
y despertar como un dios que alargará la siesta

Debo leer en el mar la lección de lo inmenso
y renombrar el color que la vida me enseña
debo saber respirar un oxígeno fresco
y regresar a ese sol que contigo me espera

Debo aprender que mañana es un mundo habitable
lleno de instantes, promesas y besos y sueños
debo encontrar la semilla del hijo y del padre
debo bañarme otra vez en el claro deseo
en el hondo deseo

Debo ponerme a brillar con la luna entreabierta
y recostarme en la paz que humedece tu abrigo
debo saberle cantar a una noche tan nueva
como aquella que una vez estrenaras conmigo 



Silvio Rodriguez









sábado, 22 de enero de 2011

Aunque solo yo lo entienda...

Armario 
                       marioneta 
     victimario   
                               cuaresmario                                
legitimario       
          primario
     poemario
 plumario           
          palmario
  sumario
                        temario,     
 marioso                                   
                 marionas


Y si...hoy tengo un día Negro...





miércoles, 19 de enero de 2011

Nunca  pierdo las esperanzas de que algún gobierno...cualquiera que sea, revoque por decreto el derecho al mes de Enero de aparecer en los calendarios...por lo menos en los míos...

martes, 18 de enero de 2011

Con el correr de los años, descubrí que me gustan las cosas sencillas...o mejor dicho, la simpleza de ciertas cosas...
Las cálidas rutinas, como la de pasear a un perro
La cosa costumbrista de un barrio en las tardes de verano..
Las familias numerosas..
Algunos cuentos cortos...
El amor apacible...
Lo cierto es que vivo en uno de los barrios mas ruidosos y con aires de centro..
tengo gatos a los que no paseo
soy madre de un único hijo
y lo último que leí fue una novela...
Ya podrán ustedes imaginarse el resto...

domingo, 16 de enero de 2011

Y Chalita, volvio a casa...

Gracias a Ly y a Laylita...
si no hubiera sido por su relato de anoche en la estacion
 de tren, tal vez el final hubiera sido diferente...


Siempre se me van los dedos tratando de escribir...me bailan por ahí pidiendo casi a gritos las letras que les corresponden...hace días que algunos padecen dolor, raro dolor, "finito, frío, como agujitas de hielo" describiría el dolor (aquí debería decir que prometo ir al medico a ver que es lo que les pasa, pero no se prometer lo que no estoy segura de cumplir)  pero eso no les impide seguir bailando en busca de las teclas, que alguna vez son lápiz y otras son lapicera...
Pero estos dedos mios, que son tan andariegos, y se mezclan con lanas o trabajan  metales y adoran ensuciarse con la tierra de todas mis macetas , no entienden que además de las letras hace falta aquello que inspire para que la combinación de las mentadas resulte, en definitiva, algo productivo y leíble (si se me permite el termino)
Y no todos los días puede uno ir escribiendo como quien respira...habrá, lógicamente, quienes pueden hacerlo, a quienes llamaríamos "los que saben", pero ese no es mi caso, y mis dedos no entienden, me han salido los diez muy pretensiosos...y un poco pedigüeños...
Por eso me dispongo a contar una historia chiquita, de esas que no importan a nadie...
Hacia unos días que la veía caminar por el borde de la pared que se ve desde una de mis ventanas, a veces la escuchaba maullar cerca de otra de las ventanas...esa que rara vez se abre.
Supuse, por los colores, que era una gata y no un gato, tenia un collar con un cascabel...lo que daba a entender que no era un gato, o gata en este caso, proveniente de la calle...
Pensé, entonces, que sería de ese vecino descuidado, (hijo'e perra, agrego) que se habría ido de vacaciones dejando al pobre animal a la buena de Dios...
Esta tarde, abrí esa ventana que rara vez se abre y ahí la vi, sobre la pared lindera...maullando desesperada. Repentinamente, muy propio de un felino, pegó un salto que la situó en un segundo en el alféizar de la ventana...(que linda palabra alféizar...de esas palabras que se pueden saborear...allllfeeeiiizzzarrrr)
Cuidando que no entrara para evitar conflictos con los gatos habitantes de la casa, me fui a buscar un poco de alimento balanceado con la seguridad de que ese pobre bicho estaría muerto de hambre y ante la evidencia de su flaco pescuezo al que le sobraba collar por todos lados...
Empezó a comer de mi mano y no tuve mas que dejarla entrar...me tranquilizó que Lucy, mi gata compañera y fiel, la mirara con absoluta tranquilidad, como si la conociera de toda la vida...siendo los gatos tan celosos, era, indudablemente, una buena señal...
Por un instante, esos de frecuente inconsciencia tan propios de mi, pensé en quedarmela, cariñosa e increíblemente bonita, con una mancha naranja en la frente que decía: "no soy una gata cualquiera"...pero en  la breve lucha entre mi locura y lo que a veces me queda de cordura, ganó  la contundencia del número 4 (en gatos,  es mucho para un departamento) en su collar violeta con cascabel, había una chapita que supuse llevaría su nombre, pero al mirarla con los anteojos (indispensables para distinguir letras de números e incluso para saber que algo escrito había allí) vi que lo que había grabado era algo así como un número de celular.
En este momento me detengo y debo aclarar que anoche, mi amiga Ly, me contó que una vez su perrita Layla se escapó y que ella había hecho grabar su número de celular en una chapita por si eso ocurría, de no haber sido así, jamás hubiera pensado que el numero que estaba en el cuello de mi-gata-casi-robada era el celular de su dueño/a.
Llamé y explique a la voz que me atendió, que en el cuarto de mi hijo tenia comiendo a una gata que llevaba una chapita  en el cuello con ese numero...una voz aliviada de un Leandro que acababa de conocer, me respondió en un profundo suspiro que hacía 20 días que se había ido, que estaba desesperado por ella, que había puesto fotos en el barrio...que si por favor se la podía retener que venia a buscarla... Leandro, mi vecino que no conocía, se ve que camina extremadamente rápido, o tenia muchas ganas de volver a ver a su gata, porque tardó menos que nada en hacer la cuadra y media que separa su casa de la mía.
Si, es verdad, me emociono facilmente, no es nuevo para nadie, pero cuando vi a esa gata trepar hasta el cuello de Leandro y darle mil besos en la cara...y cuando vi a Leandro, con una sonrisa enorme hablarle a su gata con ese amor inmenso...se me llenaron los ojos de lágrimas...
 Hoy, a pesar de todo, me siento bien, confirmo una vez mas que las casualidades no existen, que hay finales felices y todavía tengo la sensación de la alegría de Leandro cuando vio a su  gata Chalita...
Agendé el número de Leandro en mi celular bajo el nombre de "LEANDRO GATA" y el agendó el mio, por si a Chalita, que se ve que  es tan andariega como mis dedos, se le da por volver a visitarme.
Final feliz para la historia chiquita, para que mis dedos se queden tranquilos..
Hoy, Chalita, volvió a casa...